El mundo de la música ha vivido plagado de
borrachos irredentos que para delicias de su público dieron a luz más de un himno
etílico. Lo que sigue son diez historias de reviente y una recomendación: por
favor, no lo intenten en casa.
Red Red
Wine
¿Quiénes le cantan al
vino? Una de dos: los borrachos, o los curas. Pero este último no pareciera ser
el caso de Neil Diamond (quien compuso y cantó Red Red Wine por primera vez en 1968), ni el de los británicos de UB
40, que popularizaron su pegadiza versión reggae allá por el ‘83. La famosa canción
pondera al tinto en su rol del ingrediente que hace olvidar: “Tinto, vino
tinto/quédate cerca de mí/no me dejes solo/me está destrozando el corazón/mi
triste, triste corazón”. Según diría Diamond más tarde, los UB 40
confundieron su tono original –melancólico y triste- incorporándole un ritmo
festivo y hasta una sección medio rapeada. El caso es que hoy Red Red Wine continúa sonando en las
fiestas argentinas, en especial hacia el momento final de las bodas. Ahora
bien: tal vez (y esto pensando en las damas) alguien debería cantarle unas
estrofas al blanco, que no sólo engorda menos sino que además no tiñe la boca
de violeta. Total, es como dice la canción: sea el vino que sea, los recuerdos
no se van.
Sweet Sangria
Tori Amos arrancó su
carrera solista en el ’92, abriéndose camino con una propuesta que -en medio un
panorama copado por el dance-pop y el emergente grunge- supo revivir el
espíritu de artistas como Joni Mitchell en una serie de canciones de tono
confesional y unas interpretaciones bien conmovedoras. En Sweet Sangría, el noveno corte de su disco Scarlet’s Walk, Tori compuso un tema en donde el piano cobró
especial protagonismo junto a una voz que unas veces canta y otras murmura con un
resultado de lo más sensual. Así el álbum rezuma cierto sabor popular, country
y sureño, construyendo una suerte de viaje por el Estados Unidos más
tradicional. En esa línea, Sweet Sangría
se mete con la cuestión de la frontera y los inmigrantes mexicanos que “en un
día cálido deben dejar San Antonio”. Lo que no queda demasiado claro es qué
tendrá que ver con todo eso una bebida tan española como la sangría. Quizás podría
tratarse de un lento derramamiento de sangre, aunque cabe pensar también en esa
recurrente tendencia gringa a asimilar todo lo hispano con lo mexicano.
Gin and Juice
¿Qué se puede decir de
Snoop Doog que no se haya dicho ya? Se trata de un personaje muy especial, muy
rapero, muy mediático y muy carismático, o por lo menos lo suficientemente como
para haber matado a un tipo y salido en libertad poco tiempo después. Su
carrera se inició en 1992 (tras seis meses de prisión por tenencia de cocaína),
cuando empezó colaborando en el disco debut de Dr. Dre, The Chronic. Un año más tarde y mientras grababa Doggystyle, su primer trabajo solista, Snoop
fue arrestado por la muerte de Phillip Woldermarian, integrante de una banda
rival que resultó muerto de un disparo en medio de una lucha armada. Más tarde
sería absuelto por legítima defensa, aunque durante años siguió enredado en innumerables
batallas legales. Gin and Juice es,
justamente, el segundo corte de Doggystyle,
una canción cuya letra versa sobre un joven que, al quedarse solo en casa, llama
a sus amigos de Compton (uno de los suburbios con mayor índice de criminalidad
de Los Ángeles) y entre todos organizan una fiesta en la que principalmente
beben y tienen sexo con putas (excepto en el estribillo, donde además fuman
porro).
One Bourbon, One
Scotch, One Beer
Nacido en 1917 en
Misisipi, John Lee Hooker será siempre recordado como el indiscutido rey del
boogie, un blusero de raza que cautivó al mundo con su groove primitivo e
hipnótico. One Bourbon, One Scotch, One
Beer apareció en su álbum de 1966 Real
Folk Blues, aunque en realidad el tema había sido escrito una década antes
por Rudy Toombs y grabado por Amos
Milburn. ¿Cuál es la historia de fondo? Pues la de un pobre hombre abandonado
(otro más), que acodado en la barra de un bar ve pasar la horas mientras llora
la partida de su amor y, como no podía ser de otra forma, bebe. Entre las
muchas versiones posteriores de la canción una de las más notables fue la de George
Thorogood, que la incluyó en 1977 en su primer disco, George Thorogood and The Destroyers. Del cantante y guitarrista
oriundo de Wilmington se sabe que le encantan la música, la cerveza, el whisky
y las mujeres, y hasta tiene un tema sumamente divertido (I drink alone) en el que relata su gusto por beber junto a un par
de buenos amigos: Jack Daniel's y Jim Beam, amén de Johnny Walker y sus
hermanos “Black” y “Red”. No habría sido ésta, en cambio, la pasión de John Lee
Hooker, que en junio 2001 se nos fue por muerte natural y a la edad de 84 años.
Blood, Sex and Booze
Si hay tragos para
divertirse y otros para olvidar, entonces tampoco podía faltar el alcohol para
la hora de amar, como bien ocurre en esta canción en la que los neopunk de
Green Day proponen un poco sutil combo de sangre, sexo y chupi en medio de un
rollo claramente sado. “Esperando en una habitación/ todo disfrazado, atado y
amordazado a una silla./ Es tan injusto./ Yo no desafiaré a moverme, para el
dolor./ Ella me pone, pero es lo que necesito./ Entonces, hazlo sangrar”, reza
el segundo corte de Warning, el sexto
disco de la banda que en el año 2000 se transformó un rotundo fracaso
comercial. Lejos había quedado las quince millones de copias vendidas por Dookie, aquel álbum tan exitoso que en
1994 supo llevar el punk a las nuevas y jovencísimas generaciones. Fue ese el
año en el que la banda fue invitada a Woodstock ‘94, donde el vocalista Billie
Joe Armstrong provocó una batalla de barro tan caótica que obligó a los
integrantes del grupo a huir en helicóptero. Durante el episodio Mike Dirnt,
bajista de la banda, fue confundido con un espectador, y al intentar volver al
escenario le partieron cuatro dientes. Él contestó: "¡Hey! ¡Soy el
bajista!"; a lo que el miembro de seguridad le respondió: "Eso ya lo
he oído antes", para seguir entonces pegándole duro y parejo.
Whiskey in the Jar
Shane MacGowan nació en
1957 en Inglaterra, aunque al poco tiempo su familia se mudó a su Irlanda
natal. Ya de chico sus cualidades como compositor comenzaron a florecer, e
incluso ganó un par de concursos de poesía, hasta que a sus 14 tiernos añitos
fue expulsado de la escuela por posesión de drogas. A eso de los 20 asistió a
su primer concierto de los Sex Pistols y quedó tan fascinado que formó su
propia banda: the Nipple Erectors, pronto rebautizada como The Nips. El grupo
fracasó al poco tiempo y así Shane se empleó en una tienda de discos, hasta que
en 1982, y junto a su amigo Spider Stacy, formaron The Pogues. En un principio
la agrupación se llamó Pogue Mahone (gaélico de “bésame el culo”), pero la
discográfica los instó a cambiar el nombre al momento de lanzar el primer
disco. The Pogues comenzó a ganar cierta fama a fuerza de combinar el típico sonido
irlandés –como el del folclórico Whiskey
in the Jar, una canción tradicional que ya habían tocado los Thin Lizzy y
más tarde también interpretarían U2 y Metallica- con la energía del punk,
aunque más adelante derivaron hacia otros ritmos. Al mismo tiempo la reputación
de juerguista y borracho de Mac Gowan crecía hasta el borde del mito: el
cantante, por ejemplo, osó faltar en 1998 a una actuación como telonero de Bob
Dylan. Fue así como en 1991 fue expulsado del grupo, tras lo cual se unió a una
nueva banda llamada Shane MacGowan & The Popes.
Tequila
Tequila es una famosísima pieza instrumental del grupo
estadounidense The Champs, que fue lanzada como single un 15 de enero de 1958.
Se trata de un verdadero clásico del rock and roll que con los años tendría
diez mil covers, convirtiéndose a la vez en el único hit radial de una banda
que de otra forma se hubiera ido a pique. Lo curioso, además, es que “tequila”
es la única palabra que se pronuncia en la llamativa instrumentación que hasta
hoy sigue sonando en fiestas, películas, publicidades y radios de “oldies”.
Caña seca y un membrillo
Fuera de las etiquetas
de exportación, el rock local también supo rendir su tributo
etílico, y en esa línea podrían citarse Mi
botella de alcohol (Viejas Locas), Yo
tomo (Bersuit), Candombe de resaca
(Las pastillas del abuelo) y Copa rota
(por Andrés Calamaro); además de Fiesta
Cervezal y y Tomé Demasiado,
donde Pappo canturreaba “Yo era un hombre bien/ tenía perro y mujer/un día
encontré la botella de escocés”. Igual nos quedamos con Caña seca y un
membrillo, de Los Redondos, que con una preciosa melodía rogaba aquello de
“¡Vamos negrita, bailá hasta el fin!” al candor de un dedalito de caña.
Champagne Supernova
Gracias a las 11
millones de copias vendidas de su disco debut Definitely Maybe, las 23 millones de copias que vendió de su
segundo álbum, (What's the Story) Morning
Glory?, y al hecho de que su tercer trabajo, Be Here Now, se convirtió en el disco que más rápido se vendió en
la historia del Reino Unido (420.000 copias en el día), Oasis sigue siendo hoy considerada
una de las bandas más famosas de su país. Los hermanos Noel y Liam Gallagher
fueron los líderes y compositores del grupo, sus únicos miembros originales
conocidos también por sus constantes peleas. De hecho el 28 de agosto de 2009,
y tras una nueva discusión con su hermano, Noel decidió dar un portazo poniendo
fin a una era. Fue allá por el ‘95, poco antes de que fuera lanzado (What's the Story) Morning Glory?,
cuando los medios británicos comenzaron a hacerse eco de una supuesta rivalidad
entre Oasis y Blur. Es que el petardo de Noel Gallagher habría declarado algo
así como que "algunos de los integrantes de Blur parecen buena gente, pero
espero que otros dos de ellos mueran de sida", en referencia a Damon
Albarn y Alex James. Posteriormente, de todas formas, el músico se retractaría
de estas palabras. El caso es que tras la “peleita” el disco de los Gallagher se
transformó en el segundo más vendido en la historia del Reino Unido, sólo
superado por Sgt. Pepper's Lonely Hearts
Club Band, de The Beatles. Allí, y luego de los hitazos Wonderwall y Don't Look Back In Anger, Champagne
Supernova supo también imponerse como la típica canción que muestra lo que
les pasa a dos capullos que de pronto tienen mucho éxito y comienzan a beber
sin parar, olvidándose de que son personas normales que vienen de un barrio
normal: “¿Dónde estabas mientras estábamos elevándonos?/Algún día me
encontrarás/capturado bajo el derrumbe/de una supernova color champagne en el
cielo.”
Pass
The Wine (Sophia Loren)
En la reciente
reedición de Exile on Main Street, de
los Rolling Stones (uno de los discos seminales de la década del setenta), se
rescató una vieja canción que durante años circuló entre las grabaciones
piratas de la banda. Pass The Wine
(Sophia Loren) es un shuffle que parece balancearse entre Spill the wine, de War, y Oye como va, de Santana. Ahí se destacan
los coros gospel, la guitarra con slide y un entusiasta solo de armónica de
Mick Jagger. ¿Qué dice la letra de este temazo? Que aunque tu trabajo apeste,
tu mujer te odie y tus hijos lloren, más allá de todo eso, todavía podés
sentirte un afortunado por el solo hecho de estar “alive and kicking”. “So pass me the wine, baby –remata-
and let’s make some love”.
Como para compensar semejante
derrotero de excesos, finalizamos con un homenaje a todos esos artistas sabios que
jamás necesitaron de las drogas ni del alcohol para inspirarse, animarse o
procesar las penas. El bueno de Horacio Salgán, por ejemplo, se considera el
único tanguero abstemio. “Para muchos, yo era el gil del ambiente”, suele
contar el maestro. “Se preguntaban: ‘¿Y este tipo cómo se divierte?’. Pero la
verdad es que nunca me aburrí. Sólo puedo decir que siempre tuve otras maneras
personales de divertirme”. Tal vez la respuesta
pase por cultivar una vida interior riquísima. Así que salud (con jugo de naranja). Y hasta la
próxima.
Con jugo de naranja, claaaa
ResponderEliminarMalísimo.
Eliminarse podria agregar un tema mas, que ademas tener la ventaja de ser nacional y popular :) da para periodismo de investigacion: Quien se ha tomado todo el vino? de la mona
ResponderEliminarBien ahí. Un clásico. Slds.
ResponderEliminarme cope... Va otra:
ResponderEliminar"Brindo por el recuerdo y tambien por el olvido..."
Salud, dinero y amor, Los Rodriguez
Correcto el aporte, aunque no menciona un trago en particular. Pero igual sigue siendo una hermosa canción. Se agradece.
ResponderEliminarTambién está "Tanqueray", de Jhonie Johnson: "I'm going round the corner/ To have a drink of tanqueray". Gran blues.
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