miércoles, 30 de mayo de 2012

Los tragos del rock

El mundo de la música ha vivido plagado de borrachos irredentos que para delicias de su público dieron a luz más de un himno etílico. Lo que sigue son diez historias de reviente y una recomendación: por favor, no lo intenten en casa.

Red Red Wine
¿Quiénes le cantan al vino? Una de dos: los borrachos, o los curas. Pero este último no pareciera ser el caso de Neil Diamond (quien compuso y cantó Red Red Wine por primera vez en 1968), ni el de los británicos de UB 40, que popularizaron su pegadiza versión reggae allá por el ‘83. La famosa canción pondera al tinto en su rol del ingrediente que hace olvidar: “Tinto, vino tinto/quédate cerca de mí/no me dejes solo/me está destrozando el corazón/mi triste, triste corazón”. Según diría Diamond más tarde, los UB 40 confundieron su tono original –melancólico y triste- incorporándole un ritmo festivo y hasta una sección medio rapeada. El caso es que hoy Red Red Wine continúa sonando en las fiestas argentinas, en especial hacia el momento final de las bodas. Ahora bien: tal vez (y esto pensando en las damas) alguien debería cantarle unas estrofas al blanco, que no sólo engorda menos sino que además no tiñe la boca de violeta. Total, es como dice la canción: sea el vino que sea, los recuerdos no se van.

Sweet Sangria
Tori Amos arrancó su carrera solista en el ’92, abriéndose camino con una propuesta que -en medio un panorama copado por el dance-pop y el emergente grunge- supo revivir el espíritu de artistas como Joni Mitchell en una serie de canciones de tono confesional y unas interpretaciones bien conmovedoras. En Sweet Sangría, el noveno corte de su disco Scarlet’s Walk, Tori compuso un tema en donde el piano cobró especial protagonismo junto a una voz que unas veces canta y otras murmura con un resultado de lo más sensual. Así el álbum rezuma cierto sabor popular, country y sureño, construyendo una suerte de viaje por el Estados Unidos más tradicional. En esa línea, Sweet Sangría se mete con la cuestión de la frontera y los inmigrantes mexicanos que “en un día cálido deben dejar San Antonio”. Lo que no queda demasiado claro es qué tendrá que ver con todo eso una bebida tan española como la sangría. Quizás podría tratarse de un lento derramamiento de sangre, aunque cabe pensar también en esa recurrente tendencia gringa a asimilar todo lo hispano con lo mexicano.

Gin and Juice
¿Qué se puede decir de Snoop Doog que no se haya dicho ya? Se trata de un personaje muy especial, muy rapero, muy mediático y muy carismático, o por lo menos lo suficientemente como para haber matado a un tipo y salido en libertad poco tiempo después. Su carrera se inició en 1992 (tras seis meses de prisión por tenencia de cocaína), cuando empezó colaborando en el disco debut de Dr. Dre, The Chronic. Un año más tarde y mientras grababa Doggystyle, su primer trabajo solista, Snoop fue arrestado por la muerte de Phillip Woldermarian, integrante de una banda rival que resultó muerto de un disparo en medio de una lucha armada. Más tarde sería absuelto por legítima defensa, aunque durante años siguió enredado en innumerables batallas legales. Gin and Juice es, justamente, el segundo corte de Doggystyle, una canción cuya letra versa sobre un joven que, al quedarse solo en casa, llama a sus amigos de Compton (uno de los suburbios con mayor índice de criminalidad de Los Ángeles) y entre todos organizan una fiesta en la que principalmente beben y tienen sexo con putas (excepto en el estribillo, donde además fuman porro).

One Bourbon, One Scotch, One Beer  
Nacido en 1917 en Misisipi, John Lee Hooker será siempre recordado como el indiscutido rey del boogie, un blusero de raza que cautivó al mundo con su groove primitivo e hipnótico. One Bourbon, One Scotch, One Beer apareció en su álbum de 1966 Real Folk Blues, aunque en realidad el tema había sido escrito una década antes por Rudy Toombs  y grabado por Amos Milburn. ¿Cuál es la historia de fondo? Pues la de un pobre hombre abandonado (otro más), que acodado en la barra de un bar ve pasar la horas mientras llora la partida de su amor y, como no podía ser de otra forma, bebe. Entre las muchas versiones posteriores de la canción una de las más notables fue la de George Thorogood, que la incluyó en 1977 en su primer disco, George Thorogood and The Destroyers. Del cantante y guitarrista oriundo de Wilmington se sabe que le encantan la música, la cerveza, el whisky y las mujeres, y hasta tiene un tema sumamente divertido (I drink alone) en el que relata su gusto por beber junto a un par de buenos amigos: Jack Daniel's y Jim Beam, amén de Johnny Walker y sus hermanos “Black” y “Red”. No habría sido ésta, en cambio, la pasión de John Lee Hooker, que en junio 2001 se nos fue por muerte natural y a la edad de 84 años.

Blood, Sex and Booze
Si hay tragos para divertirse y otros para olvidar, entonces tampoco podía faltar el alcohol para la hora de amar, como bien ocurre en esta canción en la que los neopunk de Green Day proponen un poco sutil combo de sangre, sexo y chupi en medio de un rollo claramente sado. “Esperando en una habitación/ todo disfrazado, atado y amordazado a una silla./ Es tan injusto./ Yo no desafiaré a moverme, para el dolor./ Ella me pone, pero es lo que necesito./ Entonces, hazlo sangrar”, reza el segundo corte de Warning, el sexto disco de la banda que en el año 2000 se transformó un rotundo fracaso comercial. Lejos había quedado las quince millones de copias vendidas por Dookie, aquel álbum tan exitoso que en 1994 supo llevar el punk a las nuevas y jovencísimas generaciones. Fue ese el año en el que la banda fue invitada a Woodstock ‘94, donde el vocalista Billie Joe Armstrong provocó una batalla de barro tan caótica que obligó a los integrantes del grupo a huir en helicóptero. Durante el episodio Mike Dirnt, bajista de la banda, fue confundido con un espectador, y al intentar volver al escenario le partieron cuatro dientes. Él contestó: "¡Hey! ¡Soy el bajista!"; a lo que el miembro de seguridad le respondió: "Eso ya lo he oído antes", para seguir entonces pegándole duro y parejo.

Whiskey in the Jar
Shane MacGowan nació en 1957 en Inglaterra, aunque al poco tiempo su familia se mudó a su Irlanda natal. Ya de chico sus cualidades como compositor comenzaron a florecer, e incluso ganó un par de concursos de poesía, hasta que a sus 14 tiernos añitos fue expulsado de la escuela por posesión de drogas. A eso de los 20 asistió a su primer concierto de los Sex Pistols y quedó tan fascinado que formó su propia banda: the Nipple Erectors, pronto rebautizada como The Nips. El grupo fracasó al poco tiempo y así Shane se empleó en una tienda de discos, hasta que en 1982, y junto a su amigo Spider Stacy, formaron The Pogues. En un principio la agrupación se llamó Pogue Mahone (gaélico de “bésame el culo”), pero la discográfica los instó a cambiar el nombre al momento de lanzar el primer disco. The Pogues comenzó a ganar cierta fama a fuerza de combinar el típico sonido irlandés –como el del folclórico Whiskey in the Jar, una canción tradicional que ya habían tocado los Thin Lizzy y más tarde también interpretarían U2 y Metallica- con la energía del punk, aunque más adelante derivaron hacia otros ritmos. Al mismo tiempo la reputación de juerguista y borracho de Mac Gowan crecía hasta el borde del mito: el cantante, por ejemplo, osó faltar en 1998 a una actuación como telonero de Bob Dylan. Fue así como en 1991 fue expulsado del grupo, tras lo cual se unió a una nueva banda llamada Shane MacGowan & The Popes.

Tequila
Tequila es una famosísima pieza instrumental del grupo estadounidense The Champs, que fue lanzada como single un 15 de enero de 1958. Se trata de un verdadero clásico del rock and roll que con los años tendría diez mil covers, convirtiéndose a la vez en el único hit radial de una banda que de otra forma se hubiera ido a pique. Lo curioso, además, es que “tequila” es la única palabra que se pronuncia en la llamativa instrumentación que hasta hoy sigue sonando en fiestas, películas, publicidades y radios de “oldies”. 

Caña seca y un membrillo
Fuera de las etiquetas de exportación, el rock local también supo rendir su tributo etílico, y en esa línea podrían citarse Mi botella de alcohol (Viejas Locas), Yo tomo (Bersuit), Candombe de resaca (Las pastillas del abuelo) y Copa rota (por Andrés Calamaro); además de Fiesta Cervezal y y Tomé Demasiado, donde Pappo canturreaba “Yo era un hombre bien/ tenía perro y mujer/un día encontré la botella de escocés”. Igual nos quedamos con Caña seca y un membrillo, de Los Redondos, que con una preciosa melodía rogaba aquello de “¡Vamos negrita, bailá hasta el fin!” al candor de un dedalito de caña.

Champagne Supernova
Gracias a las 11 millones de copias vendidas de su disco debut Definitely Maybe, las 23 millones de copias que vendió de su segundo álbum, (What's the Story) Morning Glory?, y al hecho de que su tercer trabajo, Be Here Now, se convirtió en el disco que más rápido se vendió en la historia del Reino Unido (420.000 copias en el día), Oasis sigue siendo hoy considerada una de las bandas más famosas de su país. Los hermanos Noel y Liam Gallagher fueron los líderes y compositores del grupo, sus únicos miembros originales conocidos también por sus constantes peleas. De hecho el 28 de agosto de 2009, y tras una nueva discusión con su hermano, Noel decidió dar un portazo poniendo fin a una era. Fue allá por el ‘95, poco antes de que fuera lanzado (What's the Story) Morning Glory?, cuando los medios británicos comenzaron a hacerse eco de una supuesta rivalidad entre Oasis y Blur. Es que el petardo de Noel Gallagher habría declarado algo así como que "algunos de los integrantes de Blur parecen buena gente, pero espero que otros dos de ellos mueran de sida", en referencia a Damon Albarn y Alex James. Posteriormente, de todas formas, el músico se retractaría de estas palabras. El caso es que tras la “peleita” el disco de los Gallagher se transformó en el segundo más vendido en la historia del Reino Unido, sólo superado por Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, de The Beatles. Allí, y luego de los hitazos Wonderwall y Don't Look Back In Anger, Champagne Supernova supo también imponerse como la típica canción que muestra lo que les pasa a dos capullos que de pronto tienen mucho éxito y comienzan a beber sin parar, olvidándose de que son personas normales que vienen de un barrio normal: “¿Dónde estabas mientras estábamos elevándonos?/Algún día me encontrarás/capturado bajo el derrumbe/de una supernova color champagne en el cielo.”

Pass The Wine (Sophia Loren)
En la reciente reedición de Exile on Main Street, de los Rolling Stones (uno de los discos seminales de la década del setenta), se rescató una vieja canción que durante años circuló entre las grabaciones piratas de la banda. Pass The Wine (Sophia Loren) es un shuffle que parece balancearse entre Spill the wine, de War, y Oye como va, de Santana. Ahí se destacan los coros gospel, la guitarra con slide y un entusiasta solo de armónica de Mick Jagger. ¿Qué dice la letra de este temazo? Que aunque tu trabajo apeste, tu mujer te odie y tus hijos lloren, más allá de todo eso, todavía podés sentirte un afortunado por el solo hecho de estar “alive and kicking”. “So pass me the wine, baby –remata- and let’s make some love”.

Como para compensar semejante derrotero de excesos, finalizamos con un homenaje a todos esos artistas sabios que jamás necesitaron de las drogas ni del alcohol para inspirarse, animarse o procesar las penas. El bueno de Horacio Salgán, por ejemplo, se considera el único tanguero abstemio. “Para muchos, yo era el gil del ambiente”, suele contar el maestro. “Se preguntaban: ‘¿Y este tipo cómo se divierte?’. Pero la verdad es que nunca me aburrí. Sólo puedo decir que siempre tuve otras maneras personales de divertirme”. Tal vez la respuesta pase por cultivar una vida interior riquísima. Así que salud (con jugo de naranja). Y hasta la próxima. 

7 comentarios:

  1. se podria agregar un tema mas, que ademas tener la ventaja de ser nacional y popular :) da para periodismo de investigacion: Quien se ha tomado todo el vino? de la mona

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  2. me cope... Va otra:
    "Brindo por el recuerdo y tambien por el olvido..."
    Salud, dinero y amor, Los Rodriguez

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  3. Correcto el aporte, aunque no menciona un trago en particular. Pero igual sigue siendo una hermosa canción. Se agradece.

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  4. También está "Tanqueray", de Jhonie Johnson: "I'm going round the corner/ To have a drink of tanqueray". Gran blues.

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