domingo, 10 de junio de 2012

Poderoso el chiquitín

Con su espíritu universal y su sonrisa eterna, los Playmobil llevan casi cuatro décadas encantando a los niños del mundo. 

1974, Alemania. Una empresa familiar, la Geobra Brandstätter, se dedicaba a producir juguetes y había alcanzado ya cierta notoriedad de la mano de esa bomba de relojería que fue el “hula-hula”. Pero la crisis del petróleo apretaba duro, y con ella la necesidad de crear productos que emplearan menos plástico en su fabricación. Por eso la compañía le encargó a su diseñador, el ingeniero Hans Beck, que se inventara algún chichecito pequeño y simple, cosa que implicara cierto ahorro de material.   

Beck (quien murió el 30 de enero de 2009 a los 80 años) puso manos a la obra. Basándose un poco en los garabatos que suelen dibujar los chicos (con ojos, boca y rasgos súper simples, pero sin nariz) tuvo la idea de concebir un muñeco de apenas 7,5 centímetros de alto que cualquiera hubiera podido meterse en el bolsillo. Nadie -ni siquiera él mismo- pensó entonces que el prototipo abriría una página clave en la historia del juguete, ya que en esos planos preliminares nacía nada menos que el primer Playmobil, un entretenimiento que según el propio Beck "no impone pautas específicas de juego", por lo cual "estimula la imaginación".

El secreto de mi éxito
En la Argentina los Playmobil empezaron a comercializarse en el ’76 a través de la empresa Antex. Su dueño, Antonio Atamian, recuerda que al principio los distribuidores no creían en el producto, porque pensaban que los chicos, (sobre todo los varones) “jamás querrían jugar con muñequitos”. “Todavía no existía el concepto de muñecos para nenes y había dudas, pero los mismos comerciantes nos dieron la confianza y al final, un poco a través del boca a boca y otro por la espectacularidad de las vidrieras, terminaron siendo un éxito”. 

“El Playmobil es uno de los juguetes más mixtos que existen y tiene una calidad extraordinaria. El plástico brillante con el que se fabrica es el mismo que se usa para fabricar los teléfonos”, precisa Atamian. “Además hay un tema de escala. El hecho de que sean tan pequeños hace que manteniendo la proporción se puedan diseñar grandes escenarios, como barcos y fuertes, que siguen adaptándose perfectamente al tamaño de los chicos”.

El caso es que muchos de esos niños que en los ’70 se deslumbraron por primera vez con los Playmobil se convirtieron más tarde en fanáticos coleccionistas que, más o menos organizados, mantienen hoy su afición. Algunos simplemente se dedican a acumular ejemplares y accesorios, otros prefieren “tunearlos” (modificar sus piezas) y también están los que arman complejas maquetas o dioramas que pueden recrear distintas temáticas o momentos de la historia.

“La mayoría de los coleccionistas tienen algún tema preferido, como el lejano oeste, el medioevo, los piratas, o la construcción”, cuenta un fan de Playmobil. “En general se juntan personas con temas en común, y así cada uno aporta lo suyo para armar los diferentes dioramas, que se planean con varios meses de anticipación y casi siempre para exposiciones. En España, por ejemplo, son muy comunes los pesebres de Playmobil que se arman para las fiestas de fin de año”. En estas muestras pueden verse escenas con Playmobil que ocupan desde la superficie de una baldosa hasta varios metros cuadrados, pero siempre llenos de detalles.

El principal mérito de Playmobil pareciera ser el hecho de que nunca pasa de moda, tal vez porque al poder inventar distintos escenarios quien está jugando difícilmente alcance a aburrirse. Incluso es uno de los pocos juguetes que quedan con el que jugaban los padres de los chicos que hoy siguen eligiéndolos, con lo cual se venden como muñecos y también como “emociones” para tantos treintañeros nostálgicos. Después de todo, ¿quién no jugó alguna vez con un Playmobil?

Más datos:

  • Los tres primeros Playmobil fueron un caballero medieval, un obrero y un indio. Actualmente hay unos 3.000 ítems, y se estima que desde 1974 se han vendido más de 2.200 millones de muñecos. El primer personaje femenino apareció en 1976, y los primeros niños en 1981.

  • Al comienzo su apariencia resultaba un poco más tosca que la actual, ya que tanto las piernas como los brazos eran estáticos. Pero con el tiempo los Playmobil se han ido modificando: los brazos giran y las muñecas no sólo visten minifaldas, sino también pantalones. Sin embargo los rasgos más característicos, como los ojos redondos y la sonrisa, han permanecido intactos.

  • El mayor grupo de aficionados de habla hispana se encuentra en www.playclicks.com, una comunidad sin ánimo de lucro formada por fanáticos de todo el mundo.

  • Uno de los modelos más vendidos en la Argentina fue la nave espacial llamada “Playmo Space”, que en su momento causó un verdadero furor. También tuvieron gran éxito otros modelos como el barco pirata, el fuerte, el plato volador, el auto de bomberos y la ambulancia. En total se vendieron hasta hoy en la Argentina 60 millones de muñecos.

4 comentarios:

  1. muy bueno, yo crecí con estos muñequitos. Eran futbolistas, soldados, gente de pueblo, de todo, lo que mi imaginación quisiera.

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  2. Sí, son grosos los Playmobil. Me pregunto por cuánto tiempo más seguirán fabricándolos. Bss.

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  3. Los playmobil son parte de mi vida, los que más recuerdo son los de indios y cowboys y el fuerte, geniales.

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  4. Somos muchos treintañeros nostálgicos... Besos Fede!

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